Una de las mayores preocupaciones al criar a un bebé es cómo alimentarlo correctamente, ya que una alimentación saludable y equilibrada condicionará sus hábitos futuros y será esencial para que alcance todo su potencial en relación con el crecimiento, la salud y el desarrollo. Como mamíferos, nuestras crías deben ser alimentadas con la leche de su madre durante un período mínimo de tiempo, hasta que sean capaces de comer otros alimentos.
Es evidente que la leche materna tiene beneficios para el bebé que la lactancia artificial no puede aportar de ninguna manera. Hoy vamos a ver una comparativa entre la composición de la leche materna y la de vaca.
Anatomía y fisiología de la lactancia materna - Dr. José Garibaldi Soto
Composición de la Leche Materna
Podemos imaginar la leche materna como una emulsión especial de composición compleja: Incluye más de más de 200 componentes, carbohidratos principalmente, pero lípidos de alta calidad, proteínas y glóbulos grasos disueltos en una base acuosa. La leche materna es un 87,5% agua.
- Grasas: Las grasas (3,5 g por cada 100 ml de leche) proporcionan aproximadamente la mitad del contenido energético de la leche. Secretadas en pequeñas gotas, aumentan en cantidad a medida que avanza la toma, de ahí que la leche al inicio tenga un color azul grisáceo y, hacia el final, adopte un aspecto blanco cremoso.
- Hidratos de carbono: El principal azúcar en las dos es la lactosa, aunque la leche materna contiene casi el doble de este azúcar que la de vaca. Esta diferencia está condicionada por las diferentes necesidades metabólicas de los bebés y los terneros. La lactosa es un disacárido compuesto por glucosa y galactosa y el cerebro humano es el órgano que más glucosa consume en relación a su peso.
- Proteínas: En una concentración menor (0,9 g por cada 100 ml de leche) que en la leche animal, la proteína de la leche humana difiere tanto en cantidad como en calidad respecto a las otras.
- Minerales: Referente a los minerales, aunque el hierro y el zinc estén presentes en baja concentración, su biodisponibilidad y su absorción son elevadas.
Además, la leche materna contiene:
- Oligosacáridos: La leche materna contiene 10-12 gr./L de oligosacáridos, mientras que la leche de vaca solo contiene trazas.
- PUFAS de cadena larga: La leche humana procedente de mujeres sanas contiene la proporción óptima de ácidos grasos omega 3 y omega 6.
- Bacterias: se detectan en cantidades bajas en muestras de leche humana.
Composición de la Leche de Vaca
La leche de vaca contiene un 80 por ciento de caseína, cuatro por ciento de proteínas séricas y 16 por ciento de lactoalbúmina y gammaglobulina. Estas últimas están en el suero de la leche y son inmunoglobulinas que ayudan al sistema inmune todavía inmaduro del recién nacido, enzimas que favorecen la digestión, hormonas, etc.
Para hacernos una idea, 100 mililitros de leche entera contienen 3,7 gramos de grasas de los cuales 2,2 son saturadas y 1,5 colesterol. Además, la leche por su contenido en grasa es un almacén perfecto para concentrar los residuos de los antibióticos, abonos químicos y pesticidas de la alimentación vacuna.
Diferencias Clave en la Composición
La principal diferencia está en la cantidad de proteínas: la leche materna tiene como 1/3 de la cantidad que contiene la leche de vaca. La leche de vaca es mucho más densa en nutrientes, salvo en hidratos de carbono, que la de mujer. Esta característica global hace que, en su forma natural, no sea apta para la alimentación en los primeros meses de vida.
Además de cantidad, hay una diferencia fundamental en la composición. Hay 2 tipos de proteínas. La caseína (que es la que forma la parte sólida cuando se cuaja la leche para hacer queso, por ejemplo) y las proteínas del suero. La caseína es mucho más difícil de digerir.
La grasa es la principal fuente de energía de la leche, y la cantidad total es prácticamente igual en la leche materna y la de vaca. Las diferencias fundamentales están en su calidad. Las partículas de grasa de la leche materna son más pequeñas y más fáciles de digerir.
Aquí hay una tabla que resume las diferencias clave:
| Componente | Leche Materna | Leche de Vaca |
|---|---|---|
| Proteínas | Menor cantidad, más proteínas séricas | Mayor cantidad, más caseína |
| Hidratos de Carbono | Mayor cantidad de lactosa | Menor cantidad de lactosa |
| Grasas | Partículas más pequeñas, más fáciles de digerir, más ácidos grasos insaturados | Partículas más grandes, más difíciles de digerir, más ácidos grasos saturados |
| Calcio | Menor cantidad, pero mejor absorción | Mayor cantidad |
| Sodio | Menor cantidad | Mayor cantidad |
| Componentes Inmunológicos | Rica en inmunoglobulina A, enzimas, hormonas, anticuerpos | Menor cantidad de inmunoglobulina A, carece de enzimas, hormonas y anticuerpos importantes |
Leche Maternizada: Una Alternativa Modificada
La leche maternizada es leche de vaca con algunas modificaciones para intentar que sea más tolerada por el niño y que cubra en lo posible sus necesidades. La leche maternizada es leche de vaca en polvo, que para adaptarla a las necesidades del niño se ha sometido a los siguientes cambios:
- Quitarle la mitad de proteínas
- Disminuir la concentración de caseínas
- Añadir lactosa hasta 7%
- Añadir ácidos grasos esenciales
Inconvenientes de la Leche Maternizada
La leche maternizada tiene como principales inconvenientes la carencia de ciertos nutrientes y la alergenicidad. Carece de sustancias exclusivas de la leche materna, como ciertos hidratos de carbono, inmunoglobulina A, lipasa, ácido gammalinolénico (específico de la leche materna y necesario para el desarrollo del sistema nervioso). El contenido en minerales es bajo (salvo hierro, pero como carece de trasferrina, difícilmente podrá utilizar ese hierro).
Contiene betalactoglobulina (no existe en la leche materna), siendo el principal problema que nuestro tubo digestivo no está programado para las proteínas bovinas, diferentes de las nuestras (por ejemplo, se ha visto que la kappa-caseína humana promueve la colonización de bacterias benéficas que protegen el intestino del niño).
Una prueba de lo difícil que resulta la digestión de la leche maternizada para el lactante es que permanece en su estómago (y coagulada en grumos) más de una hora, cuando la leche materna sólo está 15 minutos.
Alergia a la Leche de Vaca
La alergia a la leche de vaca es muy frecuente, llegando a ser importante en el 5% de niños, precisando suprimir la leche de la alimentación. La alergia puede ocurrir al introducir las leches maternizadas, la leche de vaca, o incluso niños que sólo maman de la madre pueden sensibilizarse porque la leche materna vehiculiza proteínas de leche de vaca.
La alergia se puede expresar inmediatamente tras haber tomado la leche, o de forma retardada, incluso meses después de haber comenzado el contacto, pero lo más normal es que no tarde más de una semana. Los síntomas más frecuentes (pueden aparecer aislados o combinados) son:
- En la piel: urticaria, dermatitis, angioedema…
- Digestivos: vómitos, diarreas, dolores cólicos, distensión abdominal…
- Respiratorios: cuadro asmático (son más raros).
- Shock anafiláctico: aunque es raro no es excepcional, se ha relacionado con casos de muerte súbita.
El tratamiento es suspender la ingesta de proteínas de vaca: hay fórmulas de leches hidrolizadas, que tienen proteínas de vaca, pero ya “rotas” en aminoácidos. Según el nivel de alergia es posible que tampoco las puedan tolerar.
La intolerancia a la leche de vaca puede ir unida a otras intolerancias alimenticias, principalmente a la proteína del huevo o del gluten. Y pueden sensibilizarse con inhalantes. El 70% de los casos remiten al cabo de 2 años, conforme el sistema inmunitario va madurando. El resto no pueden tomar nada de proteínas de leche de vaca, debiendo tener mucho cuidado con los productos elaborados, que con mucha frecuencia las contienen ocultas en su composición.
Beneficios de la Leche Materna
Los múltiples beneficios que la leche materna proporciona al recién nacido están fuera de toda duda, ya que cubre todas las necesidades nutricionales del bebé. Por otra parte, la lactancia materna se asocia con muchos efectos positivos en la salud general del recién nacido, como son un aumento de la resistencia a las infecciones, un mayor desarrollo del sistema inmune así como un mayor desarrollo cognitivo.
La lactancia natural disminuye el riesgo de desarrollar algunas patologías (diabetes mellitus, dislipemia, sobrepeso, asma y alergias) y permite satisfacer determinadas necesidades emocionales.
Como sugiere el profesor Delgado, estos resultados abren la puerta a posicionar los HMOs como nuevos ingredientes muy interesantes que ayudarían significativamente a mejorar las fórmulas infantiles, haciendo a dichas fórmulas más cercanas que nunca a la leche humana.
Leche de Fórmula: Una Alternativa
La leche de fórmula es una alternativa a la leche materna, que permite saber la cantidad de leche que está ingiriendo el recién nacido y, al digerirse más lentamente, disminuye el número de tomas.
Hoy en día, las fórmulas infantiles disponibles en el mercado son productos altamente evolucionados que ofrecen resultados plenamente satisfactorios. Sin embargo, aún persisten importantes diferencias en la composición de las fórmulas infantiles respecto a la leche materna.
Aunque tanto la leche materna como la leche de fórmula proporcionan energía, hidratación y nutrientes que permiten un crecimiento adecuado del bebé, tome la leche que tome, la leche materna, en constante evolución, es, sin duda, la mejor opción, y se adapta totalmente a las necesidades nutricionales del recién nacido.
De hecho, la leche materna debería ser el único alimento que se administrará al bebé durante los primeros 6 meses de vida, lo que se conoce como lactancia exclusiva. A partir de ese momento, los bebés deberían comenzar a comer alimentos complementarios seguros y adecuados, mientras continuasen amamantando hasta por 2 años o más.
