Proyecto Educativo

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El proyecto y programa educativo “Filosofía para Niños” aparece en Estados Unidos a finales de los años sesenta y parte de la constatación de que no es posible conseguir sociedades verdaderamente libres y solidarias si no conseguimos personas capaces de pensar por sí mismas en el marco de un proceso solidario y cooperativo de discusión.

El inspirador, iniciador y principal autor de este programa es Matthew Lipman, profesor de la Universidad de Montclair, en New Jersey. En ella se creó el IAPC (Instituto para el desarrollo de la Filosofía para Niños), como marco institucional para el desarrollo del curriculum, para realizar las labores de investigación pedagógica y para la formación de profesores.

Gracias a este Instituto y a sus iniciativas, “Filosofía para Niños” es hoy el nombre de un vasto proyecto educativo que se ha implantado en todo el mundo. En cada país existe uno o varios centros de Filosofía para Niños, que tratan de coordinar el trabajo de los profesores que han adoptado este método. En España, existen diversas Asociaciones de ámbito autonómico que se agrupan en una Federación.

El proyecto de Filosofía para Niños, frente a aquellos modelos que conciben la educación como una iniciación a la cultura y creen que la persona educada es un individuo “instruido”, pretende una educación que anime y permita a los niños y niñas pensar por sí mismos desde sus propios elementos significativos. No debe ser el niño asimilado por la cultura, sino ser él quien asimile la cultura de una manera autónoma, crítica y creativa.

En este sentido, las escuelas han de dedicarse principalmente a ayudar a los niños a encontrar significados apropiados para sus vidas. Para ello, puesto que los significados no pueden darse o transmitirse, sino que tienen que adquirirse, tenemos que aprender a saber cómo disponer las condiciones adecuadas que faciliten a los niños el hacerse con las claves convenientes y dar ellos mismos significado a las cosas. No conseguirán dicho significado aprendiendo simplemente los contenidos del conocimiento de los adultos. Debemos enseñarles a pensar. Pensar es la cualidad por excelencia que nos capacita para lograr significado.

Según esto, hay ciertas presuposiciones implícitas en el proyecto de Filosofía para Niños acerca de la naturaleza de la mente y de los mecanismos de aprendizaje. En lugar de concebir la mente como un recipiente pasivo y vacío que debe ser llenado con información y contenidos para poder ser “educado”, se presupone que los niños aprenden al estar involucrados de manera activa en una exploración, que sólo es posible a través de la interacción con el medio en que viven y resolviendo problemas que son importantes para ellos.

Esto nos lleva a hablar, sin duda, de un primer conocimiento básico, de una primera experiencia prerreflexiva  y vital de la realidad circundante, sobre la que habrá de construir, por vía de reflexión, todo el edificio del conocimiento racional elaborado y propio.

Para esta tarea, Lipman considera que el estudio y método de la filosofía puede ser un buen camino, ya que, tanto por los temas que plantea como por el modo en que lo hace, permite la reflexión, evitando todo peligro de adoctrinamiento. Asimismo, la filosofía se preocupa de clarificar significados, descubrir supuestos y presuposiciones, analizar conceptos, considerar la validez de los procesos de razonamiento e investigar las implicaciones de las ideas y de las consecuencias que tiene para la vida humana el sostener una idea u otra.

“La Filosofía es una disciplina que toma en consideración formas alternativas de actuar, crear y hablar. Para descubrir estas alternativas los filósofos evalúan y examinan constantemente sus propias presuposiciones, cuestionan lo que otras personas normalmente dan por sentado y especulan imaginativamente sobre marcos de referencia cada vez más amplios. “  (Filosofía en el aula; pág. 193)

En este sentido, la filosofía ha de ser una actividad útil y necesaria a cualquier edad. El niño puede pensar y es capaz de hacer “filosofía”, quizá más y con más apremio que en cualquier otra edad, porque su relación con el mundo y su urgente necesidad de situarse en él le hacen cuestionárselo todo. Lógicamente hace filosofía a su nivel, con su lenguaje, y busca respuestas válidas para él en ese momento. Carece del rigor y de los instrumentos cognitivos propios de edades superiores, pero es capaz de pensar y de extraer sus propias conclusiones.

La filosofía, entendida en este sentido amplio, puede ayudarle a ordenar sus ideas, a configurarlas, a seleccionarlas, a expresarlas, a compartirlas con los demás y a construirlas con ellos a través del diálogo.

Todo esto, podríamos decir sin miedo a equivocarnos, no contradice las pretensiones de la actual reforma Educativa, antes bien está en perfecto acuerdo con ella. No es difícil mostrar la perfecta adecuación que existe entre sus presupuestos básicos y los principios que animan el proyecto “aprender a pensar”, sobre los que está construida la metodología propuesta por M. Lipman. No hay que hacer un gran esfuerzo de adaptación para mostrar esto, sino que la similitud y concordancia se desprende con facilidad de la simple confrontación de ambos.

Los dos coinciden básicamente en considerar al niño y al joven como personas capaces de una reflexión con sentido y estructura lógica suficiente como para poder enfrentarse al conocimiento de su entorno, integrando sus respuestas en un constructo vivencial que podrá ser incrementado con posteriores reflexiones, igualmente comprensivas de la realidad.

Hablamos, pues, de un proyecto educativo que implica unos supuestos psicopedagógicos, que se desarrolla en un programa curricular y que exige una metodología activa y dialógica, que pretende desarrollar habilidades cognitivas con el fin de posibilitar un pensamiento propio, autónomo, crítico y creativo, capaz de enfrentarse a los problemas que el contexto vivencial y social plantea cotidianamente.

UN PROGRAMA EDUCATIVO

Lipman ha pretendido posibilitar el desarrollo del pensamiento poniendo en juego aquellas habilidades y destrezas que más claramente o de modo especial se ponen de manifiesto en cada edad o etapa del desarrollo. Así, si en un primer momento se centra en el descubrimiento de sí mismo y en la relación con el medio, pasa sucesivamente a incidir sobre cuestiones de carácter lógico, moral y social. No quiere esto decir que haya una edad para tratar cada uno de estos temas, puesto que en todo momento los niños y niñas, los muchachos y muchachas, se plantean cuestiones de todo tipo, sino que en cada momento el interés se centra más en unas cuestiones que en otras y se cuenta con más o menos recursos intelectuales y experienciales para plantearse unos temas u otros. El niño o la niña que en un momento descubre su corporeidad como algo que lo identifica y distingue, más tarde se descubre en la relación con los otros, sin que eso quiera decir que la relación con los otros no sea un tema presente en sus primeros años o su corporeidad deje de preocuparle más adelante.

Para llevar a cabo este programa, Lipman elabora unos materiales adecuados y capaces de lograr los objetivos que pretende: desarrollar un pensamiento crítico y creativo, y facilitar su aplicación mediante una metodología adecuada.

UNA METODOLOGÍA

El método que Lipman propone trata, pues, de posibilitar el desarrollo de habilidades y destrezas de pensamiento para que, evitando todo tipo de adoctrinamiento, puedan someterse a reflexión los valores, las creencias, las normas, las actitudes, etc., todo aquel tipo de cuestiones que tradicionalmente se han abordado desde la Filosofía o que, perteneciendo a las ciencias, pueden ser cuestionadas desde ella.

No obstante, aunque centrado en el terreno del pensamiento y convencido de que es posible razonar y establecer criterios que guíen la conducta, no cae en un puro intelectualismo, sino que trata de lograr una integración coherente entre lo que se piensa, lo que se desea y lo que se hace, poniendo en estrecha relación la razón, la afectividad y la conducta.

Es un método que descansa sobre dos grandes pilares: la comunidad de investigación y el diálogo. Propone la comunidad de investigación como el medio adecuado para plantear las cuestiones, posibilitar el diálogo y buscar y construir las respuestas. Se pretende convertir el aula en una comunidad de trabajo conjunto, participativo y cooperativo, en la que alumnos y profesor buscan conjuntamente las respuestas a las cuestiones planteadas. Para ello, sin duda, el diálogo es el único medio posible para debatir, cuestionar y hacer asumible aquello que ha sido objeto de indagación y búsqueda a partir de los intereses de los integrantes del grupo.

La base, pues, de la metodología es el diálogo. Se trata de conseguir que los alumnos y alumnas tengan la experiencia de descubrir en qué consiste vivir en un contexto de mutuo respeto, de indagación cooperativa, libre de arbitrariedades y manipulaciones.

El diálogo, el debate en el aula, debe partir de los intereses de los estudiantes. Para ello, para estimular y hacer evidentes esos intereses se parte de la lectura de una narración, una novela especialmente preparada para posibilitar y sugerir cuestiones y temas de debate.

Brevemente, los pasos que se siguen en la aplicación del método en el aula se podrían resumir del siguiente modo:

  1. Se dispone a los alumnos y alumnas en círculo para posibilitar el diálogo.
  2. Se lee un capítulo o episodio de una de las novelas. Para ello, se pueden emplear distintas técnicas de lectura: un párrafo cada uno, lectura dramatizada, etc. También el profesor lee cuando le llega su turno.
  3. Luego se pide a los alumnos y alumnas que formulen en forma de pregunta cuantas cuestiones les haya sugerido la lectura. También para esto se pueden emplear diversas dinámicas de trabajo.
  4. Las preguntas se van escribiendo en la pizarra, indicando junto a ellas el nombre de la persona que la formula y la línea y página de la novela que la sugiere. Los alumnos y alumnas deben tomar nota de todas las cuestiones en su cuaderno de clase. Estas preguntas se convierten entonces en el plan de trabajo para el debate en el aula.
  5. Terminado el listado de cuestiones, se les pide que seleccionen aquella o aquellas que deseen comenzar a tratar.
  6. Con la primera pregunta elegida comienza el diálogo. El modo de dirigir el debate responde a las orientaciones que la propia metodología propuesta por Lipman nos ofrece para conseguir un “debate filosófico”.
  7. Para orientar y ayudar al diálogo se utilizan los ejercicios que aparecen en el manual del profesor correspondiente a cada una de las novelas. En el manual se ofrecen ejercicios, planes de discusión, cuestiones, textos, etc. que el profesor puede utilizar en su trabajo de orientación y coordinación.
  8. Sin duda el diálogo planteará la necesidad de investigar y profundizar en determinados temas que se suscitan. En dicha investigación se pueden utilizar todos los recursos necesarios para llevarla a buen término: búsqueda de documentación, aclaración de conceptos, trabajos complementarios, etc.
  9. Después de cada sesión, los alumnos y alumnas han de escribir un pequeño resumen y valoración de lo que juntos han debatido: es lo que llamamos “página de diario”. La lectura de uno de ellos puede servir como introducción para la siguiente sesión.
  10. Cuando el tema se da por debatido es importante recoger todo lo que se ha aportado, para ello se puede confeccionar una redacción que ocupará un lugar específico en el cuaderno de clase.

CURRÍCULO “APRENDER A PENSAR” PARA EDUCACION INFANTIL Y PRIMARIA Y PRIMER CICLO DE SECUNDARIA EN CASTELLANO

1) Libro del alumno: Ann M. Sharp. Hospital de Muñecas. Edit. De la Torre.
Libro del profesor: Entendiendo mi mundo.
(APRENDER A PENSAR Y A TENER VALORES EN EDUCACION INFANTIL)
2) Chema y Lola. ¿Cómo educar en valores civicos a los peques? Edit. Octaedro.
(EDUCAR EN VALORES PARA INFANTIL Y PRIMER CICLO DE PRIMARIA)
3) Maria Palmero.Pepe y Felisa.. 5-8 años.
Edit. Tilde.
(APRENDER A PENSAR EN PRIMARIA)
3)Libro del alumno: Lipman. Elfie. 6-8 años
Libro del profesor: Poniendo en orden nuestros pensamientos.
Edit. De la Torre.
(APRENDER A PENSAR EN EDUCACION PRIMARIA )
4)Libro del alumno: Lipman. Kio y Gus.8-10 años
Libro del profesor: Asombrándose ante el mundo. Edit. De la Torre
(APRENDER A PENSAR EL MUNDO QUE ME RODEA)
(APRENDER A PENSAR EN LA LENGUA QUE HABLO)
5)Libro del alumno: Lipman. Pixie.10-12 años
Libro del profesor: En busca del sentido.Edit. De la Torre.
(APRENDER A PENSAR Y A BUSCARLE EL SENTIDO AL MUNDO EN EL ULTIMO CICLO DE PRIMARIA)
6)Libro del alumno: Lipman. Nous. 10-12 años.
Libro del profesor: Decidiendo qué hacer. Edit. De la Torre.
(EDUCAR EN VALORES PARA EL ULTIMO CICLO DE PRIMARIA, PRIMER CICLO DE SECUNDARIA )

CURRICULO SECUNDARIA Y BACHILLERATO

EDUCACIÓN SECUNDARIA (CICLO 2º) El descubrimiento de Harry Manual del Profesor
“Investigación Filosófica”
De la Torre Matthew LIPMAN
EDUCACIÓN SECUNDARIA
(CICLO 2º)
Lisa Manual del Profesor
“Investigación ética”
De la Torre Matthew LIPMAN
BACHILLERATO 1º Mark Manual del Profesor
“Investigación Social”
De la Torre Matthew LIPMAN
BACHILLERATO 1º Felix y Sofia --------- De la Torre Talbot

CURRICULUM “APRENDER A PENSAR” EN CATALÁN

www.grupiref.org

EDUCACIÓN INFANTIL

Programa: Juguem a pensar

Llibre de l'estudiant: Tot pensant...Contes
Llibre del professor: Tot pensant

EDUCACIÓN PRIMARIA

Programa Educativo: Pensar en contes

Llibre de l’estudiant: El carter joliu
Manual: Contes per a pensar
Nivell educatiu: Primer i segon de Primària

Programa: Pensar amb els sentits

Libre de l'estudiant: En Pèbili
Manual: Persensar.Percebre, sentir, pensar
Nivell educatiu: Primer i segon de Primària

Programa: Filosofia de la Naturalesa

Llibre de l’estudiant: Kio i Gus
Manual del professor: Admirant el món
Nivell educatiu: Tercer i quart de Primària

Programa Educativo: Filosofia del llenguatge

Llibre de l’estudiant: Pimi
Manual del professor: Buscant el sentit
Nivell educatiu: Cinquè i sisè de Primària

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