Llega la Navidad, un tiempo para reunir a la familia y disfrutar de las fiestas. Un elemento esencial es el belén, que no puede faltar en ninguna casa. ¿Qué mejor que hacer un belén viviente con tus familiares? Será un momento inolvidable. Si optáis por un belén viviente, no pueden faltar el niño Jesús, la Virgen María y San José.
A continuación, te enseñamos algunos de los personajes que no pueden faltar si quieres presumir del mejor belén viviente hasta la fecha.
- El niño Jesús: Es el principal protagonista, pero al ser un recién nacido, puede ser complicado representarlo, a no ser que tengáis un bebé en casa.
- La Virgen María: Se muestra como el personaje de mayor importancia y sobre el que se centrarán todas las miradas.
- San José: Casi igual de importante que la Virgen María, es el padre del niño Jesús.
- Los Reyes Magos: No se te puede escapar ninguno de los reyes, que llegan desde Oriente para entregar sus ofrendas: oro, incienso y mirra.
- El ángel: Es el encargado de anunciar la llegada del niño Jesús.
- Los pastorcillos: Si hay un pastorcillo en el Belén, debe estar acompañado por su pastorcilla o castañera.
- Animales: Para aportar originalidad y un toque divertido, un borrego, una oveja o un burro pueden ser la opción más acertada.
¿Te gustaría coser un traje de pastorcillo? Sigue estos pasos y verás qué fácil es.
Materiales necesarios
- Tela de borreguito en blanco o crudo (la cantidad dependerá de la altura del chaleco y las demás piezas)
- Cinta ancha marrón para la correa del zurrón (la longitud dependerá de la altura del niño)
- Fieltro marrón para el zurrón
- Goma elástica para las polainas
- Cordón tipo "cola de ratón" para el chaleco y el zurrón
- Hilo, aguja, tijeras, alfileres, máquina de coser
Cómo hacer una túnica para disfraz
Cómo hacer el chaleco de pastorcillo
Para hacer el chaleco de pastor, primero vamos a sacar un patrón de papel. Quedará mejor que si marcamos directamente la tela. Empezamos uniendo 4 folios.
- Ponemos una sudadera del niño encima del papel.
- Colocamos la sudadera justo en el medio.
- A continuación, marcamos el contorno de la sudadera solo por una mitad: desde la mitad del cuello hasta el hombro, y desde la axila hacia abajo y hasta la mitad del bajo.
- Para la parte que se queda sin dibujar (la que une el hombro con la axila) lo mejor es ir retirando la sudadera de arriba a abajo para poder ir marcando exactamente por donde va la costura.
- Así tendríamos dibujada la mitad del chaleco. Para la otra mitad, el truco es doblar el papel verticalmente, por las marcas que habíamos hecho, o por la línea que une los folios, y ponerlo en una ventana.
- Vamos ahora a dibujar las dos piezas delanteras del chaleco. Ponemos dos folios más a cada lado y realizamos el mismo proceso de doblar y calcar. Primero un lado y después el otro.
- ¡Listo! Hemos conseguido un patrón perfecto sin costuras laterales.
- Si os fijáis, yo he puesto márgenes de costura por todo el chaleco. Es decir, he añadido 1 cm más por todo el contorno del chaleco (menos en el bajo porque no era necesario). Esto es porque me gusta rematar todos los bordes, por tanto necesito ese centímetro extra.
IMPORTANTE: recordad que tenéis que tener en cuenta los márgenes de costura. Si vais a rematar los bordes de la tela, tenéis que dibujar un borde de 1 cm extra por todo el contorno del chaleco.
Antes de cortar el patrón, también tenemos que darle forma, redondeando los bajos de la parte de delante y haciendo que cierre en pico.
Ya tenemos nuestro patrón listo, que es la parte más tediosa del proceso. Solo nos queda sujetarlo a la tela en el revés (la parte que no tiene el pelito) y marcar todo el contorno.
Cortamos el chaleco y lo doblamos haciendo coincidir las costuras de los hombros, derecho con derecho (pelito tocando a pelito). Sujetamos con alfileres y cosemos.
Si vais a rematar los bordes, simplemente doblad hacia dentro 1 cm más o menos de tela, y cosed.
Y ya solo falta poner el botón. Yo he utilizado un cordón tipo «cola de ratón», suave y brillante, de color beige.
Cortamos dos trozos. Colocamos los cordones en los picos del chaleco, por el revés, como se ve en la segunda foto, y cosemos. Pasad la máquina un par de veces para asegurar bien los cordones.
Cómo hacer el zurrón
Para hacer el zurrón vamos a preparar otro patrón. Este modelo de zurrón va a ser de fieltro marrón y con la solapa de borreguito.
Las medidas de mi patrón son las que mejor me han parecido para mi peque, que tiene 5 años. Si el vuestro tiene menos edad, podéis hacer el patrón más pequeño. Para redondear la solapa lo mejor es utilizar algún objeto circular, como un cuenco o un plato. Así quedará igual en ambos lados. Si por el contrario lo dibujáis a ojo, siempre podéis volver a usar el truco de doblar y calcar para que quede igual. También podéis dejar la solapa cuadrada.
Según nuestro patrón, tenemos que dibujar la parte rectangular (la que mide 17 cm + 17 cm) en el fieltro, y añadirle 1 cm para la costura. Para la solapa, dibujamos la parte de la solapa en un trozo de borreguito y añadimos también 1 cm más para la costura.
Rematamos el borde redondeado de la pieza de borreguito doblando hacia dentro 1 cm aproximadamente y cosiéndolo, y la unimos por la parte recta al rectángulo de fieltro.
IMPORTANTE: Si tampoco en este caso quieres rematar la pieza de borreguito, no pasa nada, la puedes dejar tal cual, pero entonces te sobrará 1 cm más o menos que deberás recortar, SOLO de la parte redondeada.
Ahora, según tenemos así colocada la pieza, doblamos el fieltro de tal manera que el borde inferior debe subir hasta la línea donde se juntan fieltro y borreguito, para hacer la forma de sobre. Sujetamos con alfileres las dos capas de fieltro en los laterales y los cosemos.
Cortamos el exceso de fieltro de los picos que nos han quedado, y damos la vuelta a la bolsa. Ya tenemos la parte de la bolsa hecha.
He doblado sobre sí misma la cinta un par de veces en los extremos para que no se deshilache y la he asegurado con alfileres.
Y por último, vamos a poner un cierre. Primero cosemos un bucle con un poco de cordón en la parte de borreguito, igual que hicimos con el chaleco. Colocadlo bien para que quede justo en la mitad de la parte redondeada.
Cómo hacer las polainas
Adivinad lo que tenemos que hacer ahora… (redoble de tambores)… ¡Sí!, otro patrón. Creedme cuando os digo que es mejor hacer todos los cálculos sobre un papel antes de tocar siquiera la tela.
Aquí tenéis que medir bien la pierna de vuestro pequeño. De ancho, lo que mide la circunferencia de la pierna. A esta medida debemos añadirle 2 centímetros para la costura y alguno más para darle holgura y que las polainas no se queden muy apretadas. De alto, la longitud que hemos tomado desde debajo de la rodilla hasta el pie. A esta medida hay que añadirle como mínimo 1 cm para poder ponerle en la parte de arriba una goma.
Y con estas medidas dibujamos nuestro rectángulo. En él vamos a marcar también las líneas donde irán las cintas. Para ello marcamos los centros de los lados cortos del rectángulo, y también 4 puntos en las cuatro esquinas, pero no justo en las esquinas, sino unos 3 cm más abajo (fijaos en la foto).
Dibujamos entonces unas líneas: desde la esquina superior izquierda hasta el centro del lado derecho, y de ahí a la esquina inferior izquierda. Hacemos lo mismo con el lado derecho.
Cortamos nuestro rectángulo de papel y lo ponemos encima de la tela de borreguito, por el revés, y marcamos el contorno.
Cortamos la tela y la ponemos con el pelito hacia arriba. Colocamos las cintas y las sujetamos con alfileres por todo el recorrido.
Ahora tenemos que doblar nuestros rectángulos para darles forma de tubo y coser de arriba a abajo. Cuando cosáis este dobladillo, acordaos de dejar un trocito sin coser. Este será el hueco por donde metemos la goma.
Para ello nos ayudamos de un imperdible. Ponemos el imperdible en un extremo de la goma, lo introducimos por el hueco y lo vamos haciendo pasar por todo el contorno de la polaina hasta sacarlo.
Entonces distribuimos la goma a lo largo del borde de la polaina cuidando de que no vaya a apretar mucho la pierna del niño. ¡Voilà!
Cómo hacer el gorrito
Para hacer el gorrito, necesitamos un círculo y un rectángulo. Para hacer el círculo, medid la circunferencia de la cabeza del niño. Si tenéis un plato o cualquier objeto que tenga aproximadamente esa medida, enhorabuena, jeje, podéis usarlo para dibujar el círculo. Si no lo tenéis, o queréis ser más precisos, echamos mano del compás. Según esta calculadora, si mi peque tiene una medida de la cabeza de 52 cm, tengo que trazar un círculo de 8,28 cm de radio.
De ancho, unos 15 cm. Dependerá de la edad de vuestro hijo. Lógicamente para un niño más pequeño, el rectángulo será más estrecho.
Para coser el gorrito, primero cerramos la costura del rectángulo. Luego colocamos el círculo asegurándolo con alfileres todo alrededor. El círculo debería acoplarse perfectamente al rectángulo. Si el tamaño varía un poco, hay que ir acomodándolo para dejarlo lo más parejo posible.
Y además fijaos en que tanto en el círculo como en el rectángulo la parte de pelito mire hacia dentro.
Ahora es cuando podemos probárselo al peque y ajustar el tamaño, y/o rematar el bajo con un dobladillo. ¡Y ya por fin hemos terminado nuestro disfraz de pastorcillo!
Si has llegado hasta aquí seguro que ahora estás súper feliz de haberle hecho a tu niño un disfraz tan bonito y que durará años y años.
